miércoles, 26 de marzo de 2008

Azul Profundo


Creo que los mejores momentos de mi adolescencia y parte de mi juventud los viví en la soledad de mi cuarto escuchando blues.
Pero, qué condiciones debe tener una pieza musical de esta naturaleza para colocarla en tal categoría?
Simplemente que desde el primer acorde ejecutado, el desgarro de una voz que se presente como la intérprete de lo sufrido,te susurre al oído.
Hablar de blues es hablar de la tristeza misma; ésa que se aparece un día con sus maletas bajo las axilas y se instala en tu casa ocupando todos los espacios y apropiándose de todos tus derechos.
Hablar de blues es recordar aquella tarde en la que -sin ánimos de nada- caminabas por la calle sin ver nada más que tu propia sombra acompañándote en la vereda inmunda.`
Pareciera que el Blues está destinado a ocupar un sitial en la categoría de lo melancólico, triste, desesperado o calificativos por el estilo. Sin embargo, es precisamente en eso en lo que se basa su encanto indiscutible y categórico.
El blues no es para los que quieren morir. Es para los que viven a pesar de la muerte.
Creo que solo alguien que haya pasado horas encerrado en un cuarto pequeño tendido sobre su lecho y escuchando una cinta de Bessie Smith, el gran Scrapper o Freddy king, podría entender lo que trato de explicar.
Cerrar los ojos y transportarse a lugares nunca vistos, jamás visitados o por siempre añorados, es parte de la pintura que nos da el Blues para deleitarnos en nuestras propias carencias. Los esclavos negros así lo hacían; Cosechando el blanco algodón de los campos del sur.
Pasaría mucho tiempo para que un tal Robert Johnson, un día cualquiera se encontrara indeciso en un cruce de caminos y de tanto estar solo no se le ocurriera mejor idea que pasarle la voz al mismísimo Señor de las Tinieblas (léase el diablo, el cachudo, el del trinche o "el de abajo", como solía decir mi hermano menor en sus años aurorales) y pedirle un simple favor: tocar como nadie la guitarra a cambio de una pequeña retribución: su alma.
Si de esa manera se produjeron los hechos nunca lo sabremos; pero lo que sí es cierto es que Jonhson se convirtió en el rey del Delta Blues del Mississippi.
Pero no quiero convertirme en el historiador del Blues; así que dejo a otros esa labor.
La mía -ahora- es la de dar un humilde testimonio de lo que EL Blues significa para este servidor; y qué coincidencia, de eso también se trata el Blues, de lo anónimo del sentimiento que encierra y que, por ser anónimo, es de todos y cada uno a la vez. Porque cada uno de nosotros lleva en su alma cargas diferentes y con distintos pesos o culpas. El blues hace que acomodes mejor ese peso sobre tus hombros y continues hasta llegar a tu propio "Crossroad". Talvez tengas la suerte de Robert.

Quien en su vida no haya sentido -al menos por un minuto- una especie de orfandad callejera, nunca sabrá realmente lo que significa el BLUES.

(El tema del video que acompaña esta entrada se titula "Nobody Knows You When You're Down and Out" , en la voz de la incomparable Bessie Smith. Sin embargo, me parece que el tema original es de "Scrapper" Blackwell, al menos eso dice un cassette que compré incontables años atrás y que consigna temas de 1942)

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