martes, 19 de febrero de 2008

"Entre Comillas"

Alguna vez escuché -en una de esas noches de cigarros, chalinas y cervezas- que hay personas que caminan por la vida "entre comillas", como si cada acto de su existencia tuviera un matiz de diferencia entre los demás. Sin embargo, podría tomarse como mera decisión de no querer pasar por este valle sin la ilusión de saber que hicimos algo de lo que realmente valga la pena acordarnos, o -por último- simplemente para otorgar una naturaleza impresa a los actos, sentimientos y pensamientos que se diluyen con el término de los minutos.
Entre comillas podría estar yo mismo y en este momento y aún así no aplicar esa idea ortográfica a mis actitudes erróneas.
Entre comillas podría pasar la vida esperando ese punto aparte que me permita iniciar una nueva aventura literaria llena de comas y puntos suspensivos.
Y es que acaso la vida misma no tiene sentido sin estos signos?
Quién que se precie de haber vivido no ha experimentado la incertidumbre de esos dos puntos que nos mantienen en ascuas ante tal o cual situación?
Quién que se digne presentarse como hombre (referido a la especie) no se ha qebrado ante el descubrimiento del significado de ésas palabras atrapadas en parèntesis? (ajá, aquellas que muchas veces las mujeres saben utilizar muy bien, creando en nosotros falsas espectativas o incluso falsas culpas)
Y quién carajos no ha sucumbido ante la premura y deseperada enumeración de las cosas que nos faltan hacer, separándolas en comas?
La vida, ahora lo saben, no escapa a la exquisita norma linguística, ortográfica, caligráfica o lo que fuere. La vida -queridos amigos- es una vieja ebria y morbosa que siempre nos engaña. Una vieja convertida en un gran signo de interrogación (jajaja, pues claro!, no podìa escapar a esta naturaleza ortográfica).
Sin embargo, esta vieja cancerbera no sabe que puedo ganar la partida.
No sabe que en la hoja de mi vida (de MI VIDA) el punto final lo pondré yo.

Adaptación

A veces siento que poco o nada he aprendido en mis años de vida (que no son muchos pero suficientes para formar una posición respecto a todo o casi todo).
Me resulta difícil sonreír en situaciones que no comparto. Talvez sea el hecho de no querer mentir a los demás o sentirme totalmente sincero conmigo mismo.
La verdad es que muchas veces no comprendo cómo funciona el mecanismo familiar siendo yo, un tipo proveniente de un mecanismo-familiar-disfuncional.
No entiendo el afán de visitar a los míos cada sábado o domingo. Será que soy demasiado desapegado de la comunión familiar?, será que nunca hubo a mi alrededor un ejemplo práctico de ese ritual?, será que hago lo que me da la gana cuando quiero y el día y la hora que deseo?
No me gusta ser la mascota de nadie, ni sentarme a practicar mis cualidades histriónicas con personas con las que no tengo más nexo que el "hola cómo estás" que dura el mencionar ésas tres palabras. Si me place estar solo, quisiera estarlo. Si me place sentarme, lo hago. Si me place dormir,solo sueño.
He aprendido a adaptarme como aquellos animales que sobreviven haciéndose fuertes con las debilidades de los demás. La adaptación es buena y si por ella caminas en equilibrio, pues mejor!. Sin embargo, no tengo que aceptar todo lo que "supuestamente" me adapta al mundo que dejé perdido en algún punto de mi infancia.
Solo quiero estar bien y el estar bien -para mi- significa ser yo mismo en cualquier situación. Puedo adaptarme, sin duda. Pero básicamente prefiero mudarme de lugar con mis cosas y mis cargas. No me gusta sonreir por gusto.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Miradas desde un rincón

Hoy volví a casa
Y ella me miró fijamente.
Presta de seducción estaba,
Arropada con su manto transparente.
Hoy volví a ser yo
Y ella me miró fijamente.
Su cabello de rancio color
Me detuvo de darle un beso,
Su aliento de fino temor
Asustó mis intenciones.
Hoy volví a estar solo
Y ella me miró fijamente.
Desnuda y tumbada en mi cama,
Acarició su pezón caramelo
Y con vaivenes corpóreos,
Insinuó un acto morboso.
Hoy volví a mi tristeza
Y ella me miró fijamente.
Cual Furia latente de odio encendido,
Cual pena de llanto que muere en olvido.
Hoy, volví a verme
Y ella miró fijamente
Aquel vacío inefable,
Aquel martirio enroscado
En mis huesos,
Aquel sentido perdido en mis pasos,
Aquel orate que busca un poco de
Paz en su existir…
Aquel que escribe en el limbo
Tontas frases…
Queriendo ser poeta.

martes, 12 de febrero de 2008

Sobreviviré

Sobreviviré a esta inicua vida,
Como el Ave Fénix
Que vuela entre cenizas.
Sobreviviré a grandes fauces
Salivosas y mezquinas,
Rogando por salir con vida.
Sobreviviré a fantasmales cleros
Que codician la eternidad,
Quedándome en esta tierra perlada;
Buscando la afinidad,
Entre la que
Siempre viene y la que llora
Por no irse jamás.
Sobreviviré a tu olvido
¡Oh! Dulce ladrona de párvulos senos
Y medias verdades,
Para que nadie me quite la dicha
De saber cuándo partir.