miércoles, 31 de octubre de 2007

Matte Kudasai


Logré pasar 40 días en el desierto. Sin agua. Con frío. Solo con la imagen última de la despedida. Hubo noches de suma incertidumbre, de vesánicos retornos.
Probablemente no vuelva a visitar esas tierras -espero fervientemente que no- sin embargo, la estadía en medio de la NADA hizo que el TODO se convierta en la única palabra que ahora quiero disfrutar.
En algún tiempo se quedó el suspiro suspendido entre ambos.
en algún lugar se posó la mirada vaga de las mañanas de sueño.
en algún rincón olvidamos las palabras que nunca dijimos y ahora jamás escucharemos.
Seguramente, en soledad, sentados cada uno en su metro cuadrado, verás lo desquiciado e ilógico que resultó vivir lo que vivimos.
Comprenderás -por única vez- lo que trato de decir?.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Nuevamente

Vagar por las calles, sin rumbo y sin pasos, sin medias ni abrazos, sin frío y sin sueño, sin ánimo ni ansias, buscando fantasmas.

Esa madrugada caminé como no lo hacía desde hace mucho. Empujé mi enclenque naturaleza hacia adelante aunque la vista se me cayera de tantos pensares. Ese fue el problema.