sábado, 18 de junio de 2011

Tercer Domingo de un Junio dos mil undécimo

Soy el fruto de mi padre perdido y mi madre presente
presente a traves de los años,
aquellos en los que sí te extrañé.
soy el fruto de estragos infames
de benévolas horas
y de eternos desplantes.
soy el fruto de canciones sin dueño
de historias sin rumbo
de epístolas truncas.
soy el fruto de llantos nocturnos
de ojos perdidos
de tantas preguntas!
y ahora, al pasar el dos menos cinco
juntándole un cuatro
soy fruto de tantas razones
de tantas promesas
de tantas visiones
de tantas hazañas
de tantas respuestas.

Ahora soy padre.