miércoles, 13 de febrero de 2008

Miradas desde un rincón

Hoy volví a casa
Y ella me miró fijamente.
Presta de seducción estaba,
Arropada con su manto transparente.
Hoy volví a ser yo
Y ella me miró fijamente.
Su cabello de rancio color
Me detuvo de darle un beso,
Su aliento de fino temor
Asustó mis intenciones.
Hoy volví a estar solo
Y ella me miró fijamente.
Desnuda y tumbada en mi cama,
Acarició su pezón caramelo
Y con vaivenes corpóreos,
Insinuó un acto morboso.
Hoy volví a mi tristeza
Y ella me miró fijamente.
Cual Furia latente de odio encendido,
Cual pena de llanto que muere en olvido.
Hoy, volví a verme
Y ella miró fijamente
Aquel vacío inefable,
Aquel martirio enroscado
En mis huesos,
Aquel sentido perdido en mis pasos,
Aquel orate que busca un poco de
Paz en su existir…
Aquel que escribe en el limbo
Tontas frases…
Queriendo ser poeta.